Decía Charles Mingus, músico de jazz, que "hacer complicadas las cosas sencillas lo puede hacer cualquiera, pero que, al revés, para hacer sencillo todo aquello que es complicado hace falta mucha creatividad".
 
La clave de la creatividad es simplificar, ir a lo esencial, a aquello importante y prescindir de todo lo que es accesorio. La creatividad consiste en buscar y encontrar nuevas soluciones ante un problema planteado.

Para nosotros, las soluciones creativas trabajan de una forma no muy diferente a cómo es el jazz: el músico de jazz busca escuchar alguna cosa interesante en su cerebro y extraer su esencia, de manera que sea capaz de tocarlo inmediatamente. Esto lo conseguirá con el dominio del instrumento y con inspiración.

El trompetista Clark Terry resumía el proceso creativo en "imitar, asimilar, innovar". Stanley Clarke, contrabajista de jazz, opina que "la técnica es muy importante para un músico instrumental, porque le permite moverse en cualquier dirección, pero la parte más importante del jazz es la creatividad, que dependerá del talento del artista".